Junto al viaje hacia las estrellas, la búsqueda de la inmortalidad es el tema por excelencia a tratar en las obras de ciencia ficción. Podemos encontrarlo desde diferentes perspectivas en el imaginario audiovisual y novelesco, desde abandonar nuestra humanidad transformándonos en cyborgs, buscando algún objeto mítico que la otorgue, haciendo un pacto con un ser sobrehumano o sencillamente, encontrando una forma científica de dejar de envejecer
Esta es la que, al menos de forma hipotética, se ha conseguido gracias a la investigación de un grupo de científicos. El equipo del Doctor Cooke, ha conseguido parar el envejecimiento de las células humanas, permitiendo así la posible cura, o al menos el tratamiento, de diferentes enfermedades.
El grupo de investigadores del Houston Methodist ha desarrollado esta nueva técnica basándose en el estudio del proceso de envejecimiento de células de niños con progeria, es una enfermedad que provoca un envejecimiento prematuro desde el nacimiento, dándoles el aspecto de una persona anciana en el cuerpo de un infante.
Cooke y su equipo estudiaban los telómeros, que básicamente son los cronometradores de las células y forman una parte importante del proceso de desarrollo de los cromosomas. Estos telómeros se acortan según envejecemos, funcionando como un marcador del tiempo de vida de una célula y por ende de la esperanza de vida humana.
"Podemos hacer que las células más viejas rejuvenezcan", declaraba el doctor John Cooke, el autor del artículo publicado el pasado 31 de agosto en el Diario de la Facultad Americana de Cardiología.
Los que sufren la progeria tienen unos telómeros más cortos de lo habitual, por lo que en la cabeza de los investigadores surgió una idea: si podían reparar la longitud de los telómeros, se podría mejorar su funcionamiento y su capacidad de dividirse.
"Estos niños están muriendo de ataque cardíaco a los 13 años. Aunque los tratamientos actuales son útiles en menor medida, agregan únicamente algunos años de vida. Queríamos hacer algo que mejorara la calidad de vida de los niños y que les permitiera vivir más tiempo, así que nos dedicamos a estudiar sus células y ver si podíamos mejorar su función celular", explicaba Cooke.
Utilizando una tecnología llamada RNA Therapeutics o ARN Terapéutica, se lleva ARN (ácido ribonucleico) directamente a las células, estimulandolas a producir telomerasa, una proteína que alarga los telómeros. Esta técnica mejora la función y la esperanza de vida de las celulas. Según el investigador jefe, las células antes se multiplicaban muy poco y se morían, ahora proliferan con normalidad. Un avance bastante prometedor.
Por supuesto, las células en un recipiente son algo completamente diferente a un ser humano vivo. Cooke cree que, aunque queda mucho trabajo por hacer, es un hecho prometedor que podría tener miles de aplicaciones contra las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Los tratamientos basados en la activación de la telomerasa tienen muchísimo potencial bajo ciertas circunstancias. Con este tipo de terapias sería posible alargar los telómeros de células madre y crear nuevas terapias, como por ejemplo curar corazones enfermos o hígados desde las células del propio paciente. Aunque, todas estas posibilidades siguen siendo ciencia ficción.
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